Es una realidad que el comercio electrónico está instaurado en prácticamente todos los hogares. Sea porque buscamos un producto difícil de conseguir en nuestra área geográfica, sea porque podemos obtener un mejor precio, cada vez es más frecuente que acudamos a Internet para realizar nuestras compras. ¿Y cómo nos protegemos?

Cómo protegernos y hacer pagos seguros por Internet

No sólo hablamos de comprar productos físicos, sino también de contratar diferentes servicios o suscripciones. Sin embargo, todavía existen ciertos temores a la hora de facilitar datos bancarios a través de Internet cuando entramos en un sitio nuevo. Aparte de las claves más obvias, que nunca está de más repasar, aquí van algunos puntos clave a la hora de quedarnos tranquilos.

  • Dirección https:// (en vez de http://): este es el elemento indispensable de una pasarela segura en la que tus datos sólo quedarán expuestos a aquel que los necesite para cargarte la cantidad en tu cuenta o tarjeta. En Safari, la barra de direcciones mostrará directamente un candado cerrado en color gris o verde (dependiendo del tipo de certificado que emplee el sitio) antes de la url para que podamos distinguirlo de un solo vistazo.
  • Información solicitada: para pagos con tarjeta, nos pedirán los 20 dígitos, la fecha de caducidad y el CVV (código del reverso de la tarjeta, de tres cifras), aparte del nombre del titular escrito exactamente igual. No deberían pedir más datos. Afortunadamente, Safari nos brinda la opción de guardar en el llavero estos datos para que no tengamos que aprenderlos de memoria. Algunos sitios amplían la seguridad solicitando un número de móvil al que enviar un SMS con un código extra y de esta manera asegurarse de que la tarjeta no es robada. Para pagos por transferencia, solicitarán el nombre del titular y el código IBAN de la cuenta bancaria (en ningún caso claves bancarias). Para pagos PayPal, que ya de por sí implican una seguridad superior, se nos solicitará email con que se creó la cuenta, se nos redirigirá a PayPal y ahí introduciremos la contraseña, para seleccionar después la fuente de fondos.
  • En salas de juegos online: Si vamos a hacer un depósito como en el caso del Black Jack, debemos asegurarnos de que al final de la página principal cuenten con el logotipo de Juego Seguro (con la bandera de España en el lateral izquierdo). Así sabremos que este salón de juegos ha sido aprobado por la Dirección General de Ordenación del Juego y que tanto nuestros datos personales como bancarios están en manos confiables. A partir de este punto, el método de pago y de retirada de premios podemos elegirlo entre los que oferte el sitio en cuestión, pasando a la pasarela de pago o cobro específica de cada método. Lo ideal son los casinos que no requieren descargar sofware ni instalar complementos, y si permiten jugar de manera gratuita como prueba, será una buena señal.
  • Aplicaciones y perfiles sociales, una garantía: a veces, la búsqueda de un producto o servicio en concreto nos lleva de manera irremediable a una tienda desconocida hasta el momento, lo que puede llegar a generar desconfianza. En ese caso, recordemos los puntos anteriores y observemos si cuentan con perfiles verificados en Facebook y/o Twitter. Su interacción con los usuarios será la mejor reseña que podamos encontrar. Además, si la tienda o plataforma cuenta con aplicaciones para iOS, desde las que también se puede comprar, suscribirse o contratar el producto o servicio, nos dará un extra de garantías, ya que AppStore para iOS revisa exhaustivamente las aplicaciones que pueden figurar en su catálogo. Aunque finalmente realicemos la operación desde nuestro Mac, poder hacerlo desde el iPhone es un signo de sitio confiable.
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